El olvido es el disparo a la conciencia.
La memoria es el final de la inocencia.
Soplen fuerte para generar un viento que no deje que se eclipsen
los recuerdos.Traigo leña para que no muera un fuego que no quiere
contemplarnos como ciegos. Porque nunca se me va a curar la herida
de haber visto cómo se me iba la vida.Que me devuelvan las sonrisas
espontáneas Que yo a cambio puedo dar mi escepticismo
que es aquel que ha de surgir en la desgracia de sentirse un ingenuo
desprotegido.Y que el futuro sólo sea lo que viene y no aquel carma
que a mi pánico entretiene.Por las noches, en la cama, no estoy sola
La bronca es inquilina en mis entrañas.
Cuando, en realidad, el dueño de este dolor sos
vos
.

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